Es verdad que estas aprendiendo a ser fuerte, pero todos nos sentimos vulnerables ante ciertas situaciones.
Mírate, estas feísima con esos churretes. Pero tienes los ojos más bonitos que nunca, y transmites tanta fragilidad que parece que vas a partirte en mil cachitos de un momento a otro.
Ven, siéntate a mi lado. ¿Alguna vez te he dicho cuanto vales? Pues por milésima vez; vales demasiado.
Demasiado para todas aquellas personas que no quieran ver mas allá de tus tontos defectos. Demasiado corazón para este mundo de hierro. Demasiado sentimiento en el alma. Y ahora mismo, la mejor sonrisa.
El pasado nos asusta a todos, pero la mejor manera no es huir, sino aprender a convivir con el.
Deja pasar el tiempo, y un día descubrirás que mirar hacia atrás habrá dejado de doler.
No hay comentarios:
Publicar un comentario